El presidente de CONAMIN 2024 afirmó que la adquisición del metal aumentará para promover energías limpias y en consecuencia a la llegada del cambio climático.
Durante su participación en el conversatorio “Transformación digital para una minería sostenible e inteligente”, realizado en el marco del 80 aniversario del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) con el apoyo del Colegio de Ingenieros del Perú (CIP), Edgardo Orderique señaló que para el 2033 habrá un consumo y demanda mundial de cobre de hasta 33 millones de toneladas.
“A raíz de la transición energética el consumo y la demanda del cobre se va a incrementar, ya se ha venido incrementando desde el año 2009, pero se va a incrementar mas, en el 2022, tuvimos 25 millones toneladas de cobre consumidas a nivel mundial. Al año 2030 se prevee que vamos a estar en 28 millones y al 2033 entre 32 a 35 millones de toneladas”. Indico el presidente de Conamin 2024.
En ese sentido, el también director del IIMP explicó que ello es consecuencia de las acciones que vienen tomando las compañías, tanto mineras como de diversos sectores, para hacer frente al cambio climático. Precisamente, una de ellas es la descarbonización de su matriz energética, por lo cual están migrando al uso de energías limpias y sostenibles, donde el cobre resulta fundamental
Por otro lado, resaltó los principales problemas que trae el cambio climático para el Perú y pone a nuestra en una situación en la que también tiene que tomar acciones. Entre ellos, se encuentra la llegada del Fenómeno El Niño, el alza de temperaturas anuales de 2.6° C, pérdida de glaciares y reducción de ríos, aumento de sequías y de precipitaciones en la zona sur, y fríos extremos.
Por ello, señaló que “la mayoría de compañías mineras ya tienen metas corporativas establecidas como respuesta al cambio climático. La principal es reducir las emisiones de CO2 en 30% y 40% al 2030, así como llegar al 2040-2050 con cero emisiones netas”.
Finalmente, Orderique también manifestó que las empresas apuntan a convertirse en minas inteligentes, a fin de integrar los procesos, tecnologías y personas, mediante el uso de inteligencia artificial. El beneficio que ello les brinda es maximizar los resultados en costos, volumen y seguridad alineados a los objetivos de descarbonización y mitigación del cambio climático.