Hasta la fecha, la empresa de Windows ha anunciado inversiones en la startup de inteligencia artificial de 13.000 millones de dólares

El acuerdo entre OpenAI, empresa detrás de el robot conversacional ChatGPT, y Microsoft se enfrenta a una posible investigación de los reguladores europeos. La Comisión Europea ha comenzado a examinar la inversión que la tecnológica detrás de Windows ha realizado en la startup de inteligencia artificial (IA) dirigida por Sam Altman, según ha anunciado la propia institución comunitaria en un comunicado.

«La Comisión Europea está comprobando si la inversión de Microsoft en OpenAI podría ser revisable según el Reglamento de Fusiones de la UE», se puede leer en el anuncio. «Estamos invitando a empresas y expertos a que nos informen sobre cualquier problema de competencia que puedan percibir en estas industrias, al mismo tiempo que monitoreamos de cerca las asociaciones de IA para garantizar que no distorsionen indebidamente la dinámica del mercado», ha afirmado, por su parte, la comisaria Europea de Competencia, Margrethe Vestager .

Cabe recordar que, hasta la fecha, Microsoft ha anunciado una inversión en OpenAI de 13.000 millones de dólares. Gracias a este acuerdo, la tecnológica puede utilizar la tecnología que mueve a ChatGPT en sus propios productos. Algo que lleva haciendo desde hace meses en servicios como su buscador Bing o en la aplicación de IA generativa Copilot.

Microsoft, además, cuenta con su propio miembro dentro de la junta directiva de la startup desde hace escasos días: Dee Templeton. Según se anunció a finales de noviembre, este no tendrá capacidad de voto en las decisiones, aunque sí que será informado de todos lo movimientos que se realicen en la empresa de ChatGPT. Por tanto, la presencia de la gran tecnológica en la startup aumenta.

Con el inicio de este estudio, la UE sigue los pasos de Reino Unidos y Estados Unidos, que también están revisando la asociación entre las dos firmas tecnológicas desde diciembre.

A inicios de ese mes, el departamento de Competencia de la UE ya afirmó, en declaraciones recogidas por ‘Reuters’, que había seguido de cerca el escándalo protagonizado por OpenAI en los últimos días de noviembre, cuando la anterior junta directiva echó de su puesto como director ejecutivo a Sam Altman para readmitirle en el cargo cinco días después. Todo gracias al apoyo de la práctica totalidad de los trabajadores de la startup y de Microsoft, que incluso llegó a comunicar que daría un puesto en un nuevo laboratorio de IA a todos los empleados de OpenAI que decidiesen dejar la compañía.

Por admin

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