Los legisladores de la Unión Europea le dieron este martes 27 de febrero luz verde definitiva a un proyecto de ley histórico destinado a proteger la naturaleza en el bloque, lo que anuló los intentos conservadores de torpedear una ley que, además, ha enfurecido a los agricultores.

El pleno del Parlamento Europeo aprobó este martes 27 de febrero la controvertida Ley de Restauración de la Naturaleza, que se ha convertido en el centro de la tensión entre la protección del medioambiente y las demandas del sector agrícola.

El texto recibió el respaldo con 329 votos a favor, 275 en contra y 24 abstenciones en el hemiciclo y para quedar oficialmente adoptado solo falta que el Consejo de la Unión Europea (UE), que representa a los Estados miembros, confirme también lo acordado en la negociación con la Eurocámara y la Comisión Europea.

«Hemos aprobado la primera Ley de Restauración de la Naturaleza de la historia. Pasamos de proteger y conservar la naturaleza a repararla», sostuvo en la red social X tras la votación el negociador jefe del Parlamento Europeo para la Ley de Restauración de la Naturaleza, el español César Luena (PSOE).

Esta normativa es un elemento central de los ambiciosos objetivos medioambientales de la UE en el marco del Pacto Verde –un conjunto de leyes destinadas a ayudar al bloque a cumplir sus objetivos climáticos–, pero los agricultores afirman que amenazan sus medios de vida.

La legislación exige que los 27 Estados miembros de la Unión Europea adopten medidas para recuperar al menos el 20% de las tierras y mares del bloque para 2030. Pero los agricultores tienen una larga lista de quejas y han salido a la calle en toda Europa, atascando carreteras, incluso en Bruselas, donde tienen las instituciones de la UE tienen su sede.

Las protestas continuaron el martes en España, donde los agricultores de Cataluña se concentraron cerca de la frontera francesa. Mientras tanto, miles de agricultores polacos se manifestaron en Varsovia contra el acuerdo ecológico y otras quejas.

Lamentan unas normas medioambientales excesivamente restrictivas, la competencia de importaciones baratas de fuera de la Unión Europea y los bajos ingresos. Haciendo caso a la petición de menos trámites y burocracia, el conservador Partido Popular Europeo (PPE) dijo al inicio de la sesión parlamentaria en Estrasburgo que no aprobaría la ley, poniendo en peligro el futuro de la legislación.

Esos intentos fueron en vano, ya que el texto fue aprobado con el apoyo de 329 legisladores, mientras que 275 votaron en contra. Entrará en vigor tras su adopción formal por los Estados de la UE.

«La normativa restaurará los ecosistemas degradados respetando al mismo tiempo el sector agrícola al dar flexibilidad a los Estados miembros», sostuvo César Luena, quien encabezó la legislación en el Parlamento.

Antes de la votación, el jefe del PPE, Manfred Weber, dijo que la ley había sido «mal redactada».

El grupo del PPE está plenamente comprometido con el cambio climático y también con los objetivos de biodiversidad, también acordados a nivel internacional, pero esta ley no está cumpliendo con estas cuestiones», declaró el jefe del PPE, Manfred Weber, a los periodistas en Estrasburgo.

Luchar por la supervivencia del planeta

Legisladores liberales y socialistas, así como activistas ecologistas, aplaudieron la medida. «La Ley de Restauración de la Naturaleza siempre ha sido mucho más que una ley para recuperar la naturaleza. Es un símbolo de que Europa puede, y quiere, comprometerse a luchar por la supervivencia de nuestro planeta», afirmó en un comunicado la coalición #RestoreNature, formada por BirdLife Europe, ClientEarth, EEB y WWF EU.

Pascal Canfin, el eurodiputado francés que preside la comisión de Medio Ambiente del Parlamento, dio las gracias a los legisladores del PPE que votaron a favor del texto.

«Si hemos ganado la batalla por la ley de restauración de la naturaleza, es porque una parte de la derecha europea supo resistir aliándose con el populismo antiecológico de la extrema derecha, frente a los múltiples ataques falsos y engañosos contra este texto», afirmó. Finalmente, añadió que la ley se comprometía a invertir la tendencia a la regresión de la naturaleza en Europa.

Pero no todos estaban contentos. El eurodiputado derechista del ECR Bert-Jan Ruissen, que votó en contra, calificó su aprobación de «muy desafortunada». «Las consecuencias serán enormes», advirtió.

«Es muy imprudente que una pequeña mayoría del Parlamento Europeo acabe de aprobar la Ley de Restauración de la Naturaleza. Esto pone al campo en un confinamiento, una crisis del #nitrógeno 2.0. La conservación de la naturaleza será más importante que la seguridad alimentaria, las necesidades de vivienda o la seguridad vial», añadió en redes sociales.

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