El Consejo de Seguridad de la ONU vota este lunes 25 de marzo una resolución que exige un cese de hostilidades de forma “inmediata” en la Franja de Gaza, tras más de cinco meses de guerra. La votación tiene lugar justo después de que el pasado viernes 22 de marzo fracasara en el organismo un proyecto de resolución, propuesto por Estados Unidos, ante el rechazo de Rusia y China, dos países que tienen derecho al veto, además del voto negativo de Argelia, Gobierno que impulsa el nuevo documento que será sometido a votación.

Nuevo intento en el Consejo de Seguridad de la ONU por una resolución que exija un alto al fuego en Gaza.

Los representantes de las 15 naciones miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas someten a votación este lunes 25 de marzo un nuevo documento al respecto, esta vez impulsado por Argelia.

El nuevo documento “demanda un alto al fuego inmediato” para el mes del ramadán-que concluirá el próximo 9 de abril– que “conduzca a un alto al fuego permanente y sostenido”.

En las últimas horas, el vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lin Jian, anticipó que su país respaldará el texto que será sometido a votación este 25 de marzo. El gigante asiático, junto a Rusia, dos países con derecho a veto en el Consejo, bloquearon otro borrador con una petición similar el pasado viernes 23 de marzo. Argelia también votó en contra del documento anterior, presentado por Estados Unidos.

Esa resolución pedía un cese de hostilidades “inmediato” que duraría aproximadamente seis semanas y permitiría la entrega de la urgentemente necesitada asistencia humanitaria.

Sin embargo, Beijing, Moscú, y Argel la rechazaron al señalar un presunto vacío en el texto que permitiría a Israel seguir adelante con su plan de incursión terrestre sobre Rafah, ciudad en el sur del enclave palestino, donde se refugia la mayor parte de la población internamente desplazada.

Asimismo, citaron  la necesidad de un acuerdo previo entre el Ejército israelí y Hamás, antes de una votación en el Consejo de Seguridad, y consideraron que el documento condicionaba la detención de los ataques a la liberación de los rehenes en manos del grupo islamista.

Por su parte, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, acusó a Moscú y Beijing de vetar la iniciativa solo por haber sido diseñada por Washington.

Entretanto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó que existe un creciente consenso internacional en torno a afirmarle a Israel que es necesario un alto al fuego y que un ataque a Rafah causaría un desastre humanitario.

La presión internacional sobre el Gobierno de Benjamin Netanyahu aumenta para que permita el acceso de más ayuda humanitaria al territorio gazatí, en momentos en que se registran focos de hambruna que pueden extenderse a lo largo del enclave, según han remarcado Naciones Unidas y la Unión Europea.

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