Las autoridades rusas ordenaron este lunes 12 de agosto nuevas evacuaciones en distritos de las regiones de Kursk y Belgorod, en la frontera con Ucrania, casi una semana después de que iniciara una incursión de las tropas de Kiev que se adentran en territorio ruso. Las nuevas medidas que obligan a miles a abandonar sus hogares se registran pese a que un día antes Moscú aseguró que sus fuerzas habían detenido el avance de los militares del vecino país. El Ejército ruso aún combate para tratar de repeler el asalto ucraniano, mientras un funcionario de Kursk sostiene que la situación sigue siendo “muy tensa”.

Kursk, en el sur de Rusia, en la frontera con Ucrania, y las vecinas Belgorod y Bryansk son objeto de un fuerte despliegue de seguridad de las fuerzas rusas, en medio del avance del Ejército ucraniano, el primero de esta envergadura tras más de dos años del inicio de la invasión de Moscú a su vecino país.

Casi una semana después de que iniciara la sorpresiva ofensiva de Kiev, el pasado 6 de agosto, las autoridades de Rusia ordenaron nuevas evacuaciones este lunes 12 de agosto.

Los llamados a los ciudadanos para que abandonen sus hogares se ampliaron a otras zonas de Kursk y en Belgorod, más al sur, donde el gobernador Vyacheslav Gladkov aseguró que las evacuaciones iniciaron en el distrito de Krasnaya Yaruga debido a la «actividad enemiga en la frontera».

«Estoy seguro de que nuestros militares harán todo lo posible para hacer frente a la amenaza que ha surgido (…) Estamos empezando a trasladar a la gente que vive en el distrito de Krasnaya Yaruga a lugares más seguros», indicó Gladkov.

Las autoridades de emergencia locales señalan que más de 76.000 personas han huido de sus viviendas solo en áreas de Kursk. Y en Belgorod, alrededor de 11.000 personas han sido evacuadas, indicó este lunes la agencia estatal de noticias TASS.

Las nuevas órdenes de evacuación se registran pese a que el domingo 11 de agosto el Kremlin afirmó que sus militares lograron retomar posiciones y frenar el progreso de las tropas de Kiev.

No obstante, un funcionario de Kursk, citado por la agencia de noticias AP, señaló que la ampliación de las evacuaciones es necesaria debido a que la situación sigue siendo “muy tensa”.

Entretanto, su aliado Belarús aseguró que se encuentra aumentando el número de tropas en su frontera tras señalar que Ucrania había “violado su espacio aéreo” con drones.

¿Cómo prosiguen los combates?

Los blogueros de guerra rusos, considerados importantes fuentes de información de ese país en medio de los bloqueos del Kremlin a los medios de comunicación, señalaron  que las fuerzas ucranianas en Kursk están tratando de cercar Sudzha.

Todo mientras se desarrollan importantes batallas cerca de Korenevo, a unos 22 kilómetros de la frontera, y en Martynovka, situada en el noreste de Sudzha.

Sudzha, perteneciente a la región de Kursk, es la ciudad donde las fuerzas ucranianas entraron rápidamente, a unos 10 kilómetros de la frontera, después de lanzar el ataque dentro de territorio ruso el pasado martes 6 de agosto.

La situación en las fronteras de la región occidental de Belgorod es alarmante

Según fuentes citadas por AP, los militares ucranianos aún controlan la parte occidental de la ciudad, que alberga una importante estación de tránsito de gas natural, por donde fluye ese recurso ruso hacia Ucrania.

«La situación en las fronteras de la región occidental de Belgorod es alarmante (…) El enemigo tiene tres grupos bastante grandes aquí», indicó Yuri Podolyaka, un influyente blogger militar prorruso, quien añadió que Ucrania está explorando la frontera en varios lugares.

La operación ucraniana se lleva a cabo bajo estricto secreto y sus objetivos -especialmente si las fuerzas de Kiev pretenden mantener el territorio o están organizando una incursión- siguen sin estar claros.

La sorprendente maniobra que tomó por sorpresa a las fuerzas del Kremlin contrarresta el esfuerzo incansable de Rusia en los últimos meses para atravesar las defensas ucranianas en puntos seleccionados a lo largo de la línea del frente en el este de Ucrania.

Actualmente, se desarrolla una intensa guerra por tierra, destacan las fuentes. Rusia destruyó cinco drones sobre Belgorod durante la madrugada de este lunes, 11 sobre Kursk y dos sobre Voronezh, según sealó el Ministerio de Defensa de Moscú.

La cartera agregó que sus tropas están repeliendo los ataques ucranianos dentro de Rusia. Enumeró un armamento pesado considerable, incluidos tanques que afirmó haber destruido.

Aunque Estados Unidos subrayó que no había sido informado de la operación ucraniana antes de que se desencadenara, en Moscú hay indicios de que el ataque causará una pronta respuesta.

«No tenemos ninguna duda de que los organizadores y perpetradores de estos crímenes, incluidos sus comisarios extranjeros, asumirán la responsabilidad de los mismos (…) No tardará mucho en producirse una respuesta contundente por parte de las Fuerzas Armadas rusas», advirtió Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.

Moscú sostuvo que un ataque con misiles en Kursk, durante el fin de semana, había dejado a 13 personas heridas.

Ucrania desafía los lineamientos “operativos y estratégicos” rusos

El general retirado del Ejército ruso, Andrei Gurulev, miembro de la Cámara Baja del Parlamento, criticó a los militares de su país por no proteger adecuadamente la frontera.

El exmilitar señaló que, si bien los soldados han instalado campos minados en la región fronteriza, no han desplegado suficientes tropas para bloquear las incursiones enemigas.

“Lamentablemente, el grupo de fuerzas que protege la frontera no tenía sus propios activos de inteligencia (…) A nadie le gusta ver la verdad en los informes, todo el mundo solo quiere escuchar que todo está bien”, sostuvo en su canal de la aplicación de mensajería Telegram.

El Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, evalúa que el avance de Ucrania en territorio ruso “está desafiando los supuestos operativos y estratégicos” de las fuerzas del Kremlin.

Y es que el asalto ucraniano ha llevado a algunos en Moscú a cuestionarse por qué Ucrania pudo penetrar en la región de Kursk tan fácilmente después de más de dos años de la mayor guerra en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Si los ucranianos van a avanzar más allá de donde están ahora, será una batalla difícil

Una situación que podría obligar a Rusia a desplegar más activos militares en la extensa frontera entre los dos países, remarcó el think tank estadounidense, que, además, describió que las fuerzas rusas que respondieron a la incursión actuaron “apresuradamente y dispares”.

Pero es probable que la fase más difícil de la incursión de Ucrania comience ahora, cuando las reservas rusas entren en la ofensiva, destacó Pasi Paroinen, un analista de la agencia de inteligencia de código abierto Black Bird Group, con sede en Finlandia, que monitorea la guerra.

“Si los ucranianos van a avanzar más allá de donde están ahora, será una batalla difícil, a diferencia de los momentos iniciales de esta ofensiva”, resaltó Paroinen.

Por ahora, el avance ha asestado un golpe a los esfuerzos del presidente ruso, Vladimir Putin, por simular que la vida en su país se ha mantenido en gran medida intacta pese a la guerra.

La propaganda estatal ha tratado de restarle importancia al ataque, haciendo hincapié en los esfuerzos de las autoridades para ayudar a los residentes de la región y tratando de distraer la atención del fracaso de los militares para prepararse para el ataque y repelerlo rápidamente.

Rusia ha sido testigo de incursiones anteriores en su territorio durante la guerra de casi dos años y medio, pero la ofensiva en la región de Kursk marca el mayor ataque en su territorio desde la Segunda Guerra Mundial, lo que establece un claro desafío para el presidente Putin y constituye un hito en las hostilidades.

REUTERS, AP

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