La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos mantuvo hoy sin cambios sus tasas de interés, en un rango de 5.25% a 5.50%, su nivel más alto en 22 años, y anticipa un incremento más este año.

La decisión fue adoptada por unanimidad por el Comité de Política Monetaria (FOMC) de la Fed.

No se trata del final del ciclo de endurecimiento iniciado por el banco central para controlar la inflación, toda vez que prevé un nuevo incremento este año. Para el 2024, el banco central estadounidense espera tasas del orden de 5.1% frente a 4.6% que estimaba en junio.

El organismo duplicó además su previsión de crecimiento del PIB de Estados Unidos para el 2023 a 2.1% frente al 1% previsto en junio, ya que la economía avanza «a un ritmo sólido», según un comunicado emitido al término de su reunión de política monetaria iniciada el martes.

En su última reunión, de fines de julio, daba cuenta de un «ritmo moderado» de crecimiento de la mayor economía planetaria. Para el 2024, la previsión es de 1.5% de crecimiento del PIB frente a 1.1% anterior.

En cuanto a la inflación, los guarismos prácticamente se mantienen: 3.3% para este año, 2.5% en 2024 y 2.2% en 2025.

La Fed subió 11 veces su tasa de referencia desde marzo del 2022, en un intento por encarecer el crédito y reducir el consumo y la inversión, que presionan los precios al alza.

Equilibrio

La inflación, desde su pico de junio del 2022, se moderó mucho, a pesar de un pequeño repunte durante el verano boreal. En agosto, el Índice de Precios al Consumo (IPC) se ubicó en 3.7% en la medición a 12 meses.

La Fed, de todos modos, sigue con mayor atención el índice PCE, que quiere llevar a 2% y se ubicó en julio en 3.3% a 12 meses. Los datos del PCE para agosto se conocerán el 29 de setiembre.

En materia de empleo, un mercado muy observado por la Fed, la situación parece equilibrarse luego de dos años de escasez de mano de obra. La tasa de desempleo salió del mínimo histórico y se ubicó en 3,8% en agosto, gracias a nuevos trabajadores que engrosaron la población económicamente activa. Eso debería contribuir a moderar la inflación.

Además, el consumo, motor de la economía, muestra algunas señales de debilidad, con gastos «modestos» en verano, según el «Libro Beige», una encuesta que realiza la Fed.

Las familias estadounidenses están extinguiendo sus ahorros acumulados durante la pandemia y por lo tanto se apoyan «más en el crédito para financiar sus gastos», según la Fed.

El crédito cuesta más caro y eso lleva a diferir algunas compras o sencillamente descartarlas. Además, en octubre millones de estadounidenses volverán a reembolsar sus créditos estudiantiles luego de dos años y medio de pausa por el covid, un hecho que podría mermar su capacidad de compra.

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