La Defensoría del Pueblo emitió un comunicado en el que instó al Gobierno y a los grupos movilizados a entablar un diálogo y «mantener la calma» con el fin de prevenir episodios de violencia en los bloqueos que se iniciaron este lunes 16 de septiembre en el departamento de La Paz. Un hecho que tiene lugar en medio de una pugna de poder entre el presidente Luis Arce y el exmandatario Evo Morales, a quien acusa de querer «desestabilizar» el país para imponer su candidatura presidencial en 2025.

Una lucha interna por el poder. Este lunes, los indígenas conocidos como ‘ponchos rojos’ del altiplano de Bolivia comenzaron a bloquear caminos, exigiendo la renuncia del presidente Luis Arce y del vicepresidente David Choquehuanca. Los manifestantes reclaman la escasez de dólares y combustible y acusan al Gobierno de fomentar la división dentro de las organizaciones sociales.

David Mamani, principal dirigente del movimiento indígena, declaró que la protesta campesina es una huelga indefinida «hasta que renuncie el presidente del Estado, Luis Arce, y su vicepresidente, David Choquehuanca», y se convoque «a la brevedad» a nuevas elecciones.

Decenas de manifestantes bloquearon las principales vías que conectan La Paz con otras zonas de Bolivia y la carretera internacional hacia Perú. En los puntos de bloqueo, se encendieron fogatas y se colocaron piedras, tierra y escombros para impedir el paso de vehículos. La Policía intentó negociar con los manifestantes para permitir la circulación, según presenció la agencia EFE.

La Defensoría del Pueblo emitió un comunicado en el que instó al Gobierno y a los grupos movilizados a entablar un diálogo y «mantener la calma», con el fin de prevenir episodios de violencia en los bloqueos que se iniciaron este lunes 16 de septiembre en el departamento de La Paz.

“La Defensoría del Pueblo hace un llamado a las autoridades nacionales, departamentales y municipales, así como a los diferentes sectores que asumen medidas de presión para la atención de sus demandas y, a la población boliviana, a mantener la calma y evitar acciones que puedan derivar en hechos de violencia y mayor conflictividad en el país”, refiere la nota.

Morales contra Arce, una pugna de poder

En un mensaje televisado el domingo por la noche, el presidente Luis Arce acusó al exmandatario Evo Morales de intentar acortar su mandato y de estar detrás de un bloqueo indefinido de carreteras que, según Arce, «terminará en un intento de golpe de Estado» con el fin de imponer la candidatura presidencial de Morales.

Por su parte, Morales y sus seguidores planean comenzar el martes una marcha desde Caracollo, a 190 kilómetros de La Paz, en protesta por la situación económica y para defender al Movimiento al Socialismo, MAS, de lo que califican como un intento de «proscripción».

El exmandatario negó que las manifestaciones estén relacionadas con su candidatura, argumentando que son el reflejo del «descontento del pueblo hacia un Gobierno que ha protegido la corrupción, que nunca hizo nada para solucionar la crisis, que avaló la prórroga ilegal de magistrados».

Por su lado, Arce alzó el tono y lanzó varias advertencias: “Evo, has decidido iniciar una marcha, huelga de hambre y un bloqueo nacional de caminos, y no lo estás haciendo por la vida, por la democracia o por la economía, eso lo sabemos todos, sino por tu candidatura, que quieres imponerla a las buenas o a las malas”.

“Si realmente te preocupara la economía, hubieses instruido hace tiempo a tu bancada aprobar las leyes económicas que tienes bloqueadas en la Asamblea Legislativa”, insistió el presidente y antiguo aliado de Morales.

El expresidente respondió y catalogó a Arce de estar «confundido». «Su mensaje para manipular a la opinión pública y responsabilizarme de las protestas organizadas por los movimientos sociales no está a la altura de su investidura», respondió Morales.

El distanciamiento entre Evo Morales y el presidente Luis Arce es evidente desde finales de 2021, pero las tensiones se agudizaron el año pasado tras un congreso nacional del partido en el que Morales fue confirmado como líder del MAS y nombrado “candidato único” del partido para las elecciones presidenciales de 2025.

Arce y el vicepresidente David Choquehuanca no asistieron al congreso, celebrado en Lauca Eñe, argumentando que no representaba adecuadamente a las organizaciones sociales que forman la columna vertebral del partido.

Los partidarios de ambos dirigentes han convocado a varios congresos del MAS, pero la autoridad electoral boliviana no ha reconocido ninguna de estas reuniones. Insisten en que es necesario un congreso oficial que reúna a ambas facciones para que el MAS pueda participar en las elecciones presidenciales del próximo año. La celebración de dicho congreso y la renovación de la dirección del partido es un requisito legal para que la bancada pueda presentarse a las elecciones de 2025.

“Está amenazando a todo el país”: Arce

Arce, en el cargo desde el año 2020, se enfrenta varios desafíos debido a las divisiones internas de su partido gobernante. Acusó a su predecesor, Evo Morales, de poner en peligro la democracia de Bolivia al recabar apoyos para presentarse a las elecciones presidenciales de 2025.

“Está amenazando a todo el país”, declaró Arce, sugiriendo que Morales buscaba volver al poder por “medios justos o sucios”. Las declaraciones del presidente evocaron recuerdos de los violentos disturbios de 2019, cuando Morales buscó un tercer mandato inconstitucional.

Después de que las acusaciones de fraude electoral provocaran protestas generalizadas y la presión de los militares, Morales renunció y huyó al exilio, dejando tras de sí un saldo de al menos 36 muertos por la represión oficial a las protestas.

Morales, primer presidente indígena de Bolivia, amenazó con provocar disturbios si se le impide presentarse a las elecciones de 2025. A pesar de que una sentencia del Tribunal Constitucional del año pasado le impidió presentarse como candidato, Morales sigue contando con el apoyo incondicional de los sectores que defendió durante su presidencia entre 2006 y 2019.

Cocaleros, grupos indígenas y mineros son vistos con frecuencia en las calles en su defensa, organizando protestas, marchas y bloqueos de carreteras en oposición al fallo.

Pero su candidatura genera una fuerte polémica interna dentro del oficialismo en Bolivia. Desde el Gobierno, se ha sostenido que el expresidente no puede postularse nuevamente, mientras que sus seguidores argumentan que sí tiene derecho a hacerlo.

Aunque Arce fue anteriormente ministro de Economía de Morales y su candidato en las elecciones de 2020 en Bolivia, los antiguos aliados comenzaron a competir por el poder tras el regreso político de Morales en 2021.

La pugna política y la profunda crisis económica de Bolivia, con escasez de combustible y reservas de divisas bajas en el banco central, han llevado a algunos bolivianos, que previamente se habían indignado por las tendencias autoritarias de Morales, a tener nostalgia por su transformación económica y la reducción de la pobreza durante su mandato.

Con EFE y AP

Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Traducir»